El Evangelio de hoy es tremendo. Es uno de los que más me gusta...
Pero como la Palabra está viva, hoy mi mirada no ha ido dirigida a la mujer, como tantas veces...
Ni si quiera ha sido la mirada... sino el oído lo que ha estado atento...
Escucho la voz de Jesús, firme, serena, cercana... pero denunciante... dirigiéndose a Simón:
"Tengo algo que decirte..."
Y yo en mi vida, en el hoy, me dejo sorprender por la voz de Jesús, y trato de escuchar y acoger, qué tiene que decirme.
Rincón para el ENCUENTRO, a través de la escritura, la reflexión y el Evangelio. (Jn.21,25)
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