22 marzo 2014

CAMINANDO

Soy de la generación del juego "ENREDOS", que luego se llamo "Twister"...
Aquel juego de "contorsionismo", en el que sobre un plástico con círculos de colores, teníamos que ir obedeciendo a las instrucciones que nos daban desde el azar que marcaba una ruleta...

Mano derecha, rojo... y allí colocaba la mano.
Pie izquierdo, verde: y nuevamente te flexionabas, para conseguir el objetivo...
Mano izquierda, azul... y tu hermana, tu amiga, tu prima, o tu vecino; tenía que sortearte para poder también cubrir su objetivo.

Y así nos íbamos anudando unos a otros, tratando de mantener el equilibrio...

me gusta jugar con la imágenes... y hoy esta imagen del juego, y el equilibrio..., me ha traído el tiempo de cuaresma que vamos viviendo...

Los diferentes colores, son los caminos que nos van presentando desde que iniciamos este tiempo de "conversión", de cambio, de disposición, de dejarnos encontrar y conducir....

Un itinerario distinto cada domingo... Las tentaciones, La transfiguración, La sed (la Samaritana), la Luz (el ciego), La Vida (la Resurrección de Lázaro).

En este tiempo, como cuando jugaba al enredos... he ido escuchando la PALABRA, y tratando de orientar y encaminar mis pasos... hacia la CONFIANZA...

"No solo de pan vive el hombre." Reconociendo dónde me apoyo, qué busco...
"Este es mi hijo, el predilecto, escuchadle" . Descubriendo nuevamente a quién sigo, y cómo es su estilo y misión... y a qué me invita, y compromete...
"Contigo hablo... dame de beber". Dejándome decir en mi vida... por los que me rodean, por las circunstancias, ayudándome a reconocer mi sed... y el anuncio, tras descubrir el agua viva.
"Ve a lavarte...El que te está hablando... Creo Señor." Dejándome sorprender, donde "aparentemente no me decía nada..." situaciones, circunstancias, que se hacen luz, que me ayudan a reconocer y descubrir nuevamente Su presencia en mi vida, y me hacen confesar mi fe (creo, pero aumenta mi fe...). Experiencias en el trabajo diario..., en las clases, en la vida....
"Sal fuera... "... Una vez más escuchar la llamada de la VIDA, dejar las ataduras, las cadenas, las resistencias, que me impiden erguirme, mantenerme en pie, vivir, caminar... Confiar en la voz que me invita a salir de la tiniebla, de lo conocido, de lo rutinario, de "mis muertes"... Vivir para dar vida.

Pues así, a modo de "enredos", la cuaresma va siendo camino de avanzar, parar, esperar... mantener el equilibrio, escuchando LA PALABRA, que me orienta, dirige mis pasos... (S. 118), pero también confiando en el apoyo de los hermanos, de quienes hacen camino junto a mí... a veces, en comunidad, a veces, en soledad....

Esperemos que este caminar por la vida, siempre nos conduzca a LA PASCUA DE LA RESURRECCIÓN.