01 mayo 2014

NOSOTROS ESPERÁBAMOS....

Tengo guardada en el corazón, una frase, de esas que te dicen una vez... y se queda como estribillo en la banda sonora de la vida.

"Por cada kilómetro de sueños, centímetros de realidades".
 
 
La hermana, que me la dijo hace ya más de 25 años, quizá no tuviera la intención de grabarla de tal modo en mí...., pero muchas veces vuelvo a ella..., como signo de ESPERANZA. Para seguir avanzando, caminando pese a... (tantos "peses" que surgen a veces.).
 
 
Un pasaje precioso que nos regala la liturgia en estos días es EMAÚS.
 
Hace poco alguien escribía en twitter:  "Dos que caminaban, que eran tres...". 
 
En ese camino, de desolación, de pena, de abatimiento, de huída...
 
JESÚS SE HACE EL ENCONTRADIZO (me encanta este término...), les sale al paso, se hace compañero de camino y de posada... y allí vuelve en el diálogo y el ENCUENTRO  a arder el corazón...
 
Por el camino era... "NOSOTROS ESPERÁBAMOS..."  Me hace reflexionar (ya comenté en alguna entrada durante la cuaresma...), dónde o en quién pongo mis esperanzas....
 
En la personas, los destinos, los trabajos, las tareas, las amistades, los éxitos, los fracasos... ( hay tanto por añadir a la lista....).
 
EN ÉL SOLO NUESTRA ESPERANZA Y LA SALVACIÓN, dice el estribillo de un himno de vísperas...
 
Esta es la realidad... EL ES LA ESPERANZA, y desde ahí, se pueden construir los kilómetros de sueños... Sólo reconociendo que El SEÑOR, es quién debe llenar mi vida de sentido, de realidad, de VIDA....
 
Todo lo demás, pese a que lo quiera negar...¡pasa...! .  El éxito, el logro, la conquista, la admiración, o el desprecio, el trabajo, o el descanso, la felicidad o la tristeza, el gozo, o la alegría....incluso hasta la amistad, puede pasar...
 
Nuevamente la pregunta EN QUÉ O EN QUIÉN PONGO MI ESPERANZA, para no volverme "derrotada a mi Emaús".
 
Sino para descubrir a JESÚS COMO COMPAÑERO DE CAMINO, en cada tramo del camino.
 
Será, que tengo que pedir: SEÑOR, ILUMINA MI MENTE Y MI CORAZÓN, PARA RECONOCERTE EN TUS SIGNOS... EN LA PALABRA, EN LOS COMPAÑEROS Y COMPAÑERAS DE CAMINO, EN LA FRACCIÓN DEL PAN...
 
En cada acontecimiento.
 
 
 
 
 


SEÑALES DE RESURRECCIÓN

Is. 53,5.... SUS HERIDAS NOS HAN CURADO.

Siempre me ha gustado y sanado este texto....

No soy masoca, no me gusta el sufrimiento, me cuesta el dolor, me resulta difícil aceptar ciertos dolores, temores, fracasos, miedos....trato de descubrir, su sentido en la vida.

Estamos en TIEMPO PASCUAL, tiempo de vida, de luz, DE RESURRECCIÓN, que coincide con la primavera, cada año.

Cómo conjugar los tiempos litúrgicos con los tiempos de "la vida". (¿?): Disponiéndonos a hacer lectura creyente de la vida. Descubrir el paso de Dios en ella.

Estos días cada domingo vamos leyendo y reviviendo las diferentes apariciones de Jesús Resucitado a los suyos, a cada uno se le aparece en "sus tareas cotidianas, en sus tiempos, y espacios...".

Hay que saber esperar, y reconocerle en el signo...Cada uno llamado o invitado a reconocerle vivo, desde su experiencia, de vida cotidiana:

Pedro, en la pesca... y se lanza al mar.
Juan en el amor que espera: Es el Señor...! (el único varón, que permaneció al pie de la cruz, y se recostó en el pecho de Jesús..., no podía ser de otro modo, que fuera él el primero en reconocerle como EL SEÑOR).
María, reconocida... es restituida una vez más en su dignidad, y su ansia de AMOR. Ningún otro, habría pronunciado jamás así su nombre, por eso pudo exclamar: Maestro...!!
Tomás, llamado "el Mellizo" (por sus contrastes, por su "doble" experiencia: tiene la capacidad de arriesgar... vayamos a morir con él, Señor muéstranos al Padre..., y a la vez el de las dudas, si no lo veo y meto mi mano en su costado... -ya escribí hace años sobre Tomás-.)

Y en todos ellos, en cada vida, llega JESÚS RESUCITADO. Pero vuelve con las heridas, con las cicatrices... desde ahí nos (me) vuelve a convocar.

JESÚS LLAGADO:al que no le incomoda, ni le molesta, mostrar sus heridas...

Ahí, en el dolor, en el fracaso, en la dificultad, en el abandono, en la soledad... EN LA HERIDA, nos hermana..., nos hace semejantes.

Ningún dolor o realidad humana le es ajena, él ha experimentado el sufrimiento, el abandono, el fracaso, la soledad, la frustración, la humillación....

Me llama con "MI HERIDA". Para ser testigo de LA VIDA, de la vida y el paso de Dios, en mí, en lo cotidiano... sin ocultar mi dolor, mi sufrimiento, mi debilidad...
Porque ÉL, la llena de sentido y de LUZ.