25 enero 2009

Ahora que la luz me ha cegado,
y que la noche se instaló en mi vida,
he de buscar la lámpara encendida,
en el fondo del pozo abandonado.
No se acabó el vivir.
He comenzado una nueva aventura estremecida.
Estoy bien, en pie, firme y erguida
y dispuesta a afrontar lo inesperado.
Florecerá la rosa en primavera,
y no no gozaré de sus colores,
pero el aroma me dará su encanto.
Oiré la palabra verdadera.
Y seguiré queriendo.
Y mis amores
transformarán en música
mi llanto.

No hay comentarios :