10 diciembre 2008


"Venid a mi todos los que estáis cansados y agobiados,
y yo os haré descansar.
Aceptad el yugo que os impongo,
y aprended de mí,
que soy paciente
y de corazón humilde". (Mt. 11,28-30)

De Dolores Aleixandre:



"En el Salmo del pastor leemos
que conduce a su rebaño a las aguas del descanso, es decir, a aquellos lugares de hierba tierna cerca de alguna fuente o riachuelo en que las ovejas puedan descansar tranquilas y calmar su sed.

Es ese mismo descanso es el que nos promete hoy Jesús, pero es su compañía la que lo provoca, es la seguirdad de caminar junto a él llevando su carga ligera lo que otorga sosiego y respiro a nuestros cansancios.