Cada mañana, con tu Palabra y tus Gestos...
Me susurras al oído...
Encaminas mis pasos...
Alientas mi vida...
Animas mi corazón...
Das luz a mis ojos...
Pero lo reconozco, a veces... tengo miedo, y no avanzo.
Rincón para el ENCUENTRO, a través de la escritura, la reflexión y el Evangelio. (Jn.21,25)