10 noviembre 2014

CONFESIONES (II)


CONFESIONES (I)







ARRIBA y ABAJO

Los que somos de la generación de Epi y Blas, bien conocemos las clases de nuestro amigo Coco.
Ese monstruo "cariñoso" azul, que nos enseñaba los conceptos contrarios, con multitud de ejemplos.

A veces, tengo esa "extraña" sensación de arriba y abajo.

¡Me explico....!

Una de las tareas diarias que tengo es dar clases en una escuela de FP, que se ubica en la parte de "arriba" de nuestra casa, situada en una célebre ciudad Navarra, conocida por sus fiestas patronales.

En el mismo edificio compartimos estancias las hermanas, donde resido en comunidad "abajo". Y "entre medias", también una residencia de estudiantes (en su mayoría universitarias).

Lo que me encuentro es MUCHA y VARIADA VIDA.

Y a veces en esta senda de subir y bajar, arriba y abajo. La vida fluye y confluye con otras muchas vidas.

En este recorrido trato de "gastarla" evangélicamente hablando, pero Sé, y soy consciente, que muchas veces no es así.

Que en este "ir y venir" de "arriba a abajo", hay ENCUENTROS, desencuentros, roces, cariños, palabras o silencios... Hay pasos lentos y pasos rápidos, que en ocasiones es difícil ACOMPASAR.

Hay diversidad de criterios, experiencias, dolores, alegrías... ¡Que enriquecen mi vida!

Pero en alguna ocasión... No atino a equilibrar los espacios temporales y espaciales de convivir con tanta variedad de personas entre arriba y abajo.

Por eso necesito parar y sentarme "en la escalera" para recoger la variedad y riqueza que me aporta cada edad, cada encuentro, cada gesto, cada mirada, cada silencio

 Esta experiencia que en el SUBIR y BAJAR diario llega a mi vida.