El caso es que como cada año que vuelvo a Madrid, procuro mantener contacto con mis amistades, y en ese ENCUENTRO, dejarme empapar, de sus experiencias de vida...y estar atenta al paso de Dios que surge en la conversación, el paseo, la risa, el silencio, o la oración que compartamos...
El otro día tuve la suerte de estar paseando y escuchando a una joven que me hablaba con toda sencillez de sus búsquedas, sus luchas, sus inquietudes, interrogantes... incoherencias... las suyas y las ajenas y en ese compartir, me hablada de sus lecturas, aficiones...
Y entre ellas me habló de una de sus grandes pasiones: "EL SURF".... no era la primera vez que le escuchaba relatar su vivencia de este deporte..., pero sí era la primera vez que en sus palabras yo estaba escuchando una "parábola" como las que nos narra Jesús "a los torpes...para entender"... y a través de su entusiasmo.... M. me transmitía a la vez una experiencia de fe que luego pudimos ir profundizando en el diálogo.
NO entiendo nada de surf, pero escucharle con esa pasión con que habla te contagia y anima, la ilusión, la aventura, el riesgo... y la prudencia se desprende de sus palabras....
En sus palabras pude percibir lo primero al igual que con la FE... que para "mantenerte en pie", lo primero es combatir el miedo... y eso es CONFIAR... a medida que le escuchaba, (yo ignaciana... ) iba haciendo mi composición de lugar y mi examen de "confianza"...
NO es lo mismo hacer un tubo, es decir atravesar la ola... para lo cual se requiere mucha observación, estar atenta a las circunstancias... y dejarte llevar...(esto me resonaba al Espíritu Santo...) que de vez en cuando no sabes... cómo ni por qué... pero "una fuerza mayor nos impulsa y arrastra", allá hasta donde nunca hubiéramos pensado llegar, o nunca hubieramos deseado estar...pero te sientes llevada....
Que estar en la "cresta de la ola..." arriba, en lo alto, pero muy al contrario de lo que a veces, vivimos o se nos invita a vivir...no para elevarnos por encima de otros... mirar por encima, creernos los mejores... sino disfrutando con humildad del esfuerzo y de la lucha, la conquista realizada en la constancia... estar en la cresta de la ola para agradecer y reconocer....
Y de toda lo conversación lo que más me impactó escucharle fue que para sostenerte y mantenerte en la tabla, hay que concocerla bien... ya que si "picas" alante... pierdes el equilibrio y te hundes..., si "picas atrás de la tabla"... la tabla se pone de pie y te caes de espalda.... de modo que lo difícil como en la vida, como en la fe... es SER CAPAZ DE MANTENERTE EN EQUILIBRIO EN MITAD DE LA TABLA, pero ella me insistía, pero habiendo conocido lo que supone inclinarte a un lado y a otro...
En estos encuentros de verano siempre acabo dando gracias a Dios, por su paso delicado en mi vida, a través de la vida de los demás.... desde el compartir cotidiano de sus vidas....
Sigo reconociendo y agradeciedo que el HACER CAMINO con los que el Señor pone a mi lado, me enriquece y me EVANGELIZA...