Hace unas horas compartías la cena con tus amigos, con los tuyos, los cercanos... los que te han acompañado en estos, cortos tres años.
Ahora te ves solo, cargando una cruz, iniciando el camino... en cada tramo tratas de buscar los rostros de aquellos que te acompañaron, a los que devolviste la vista... la vida en tu Camino...
Pasan por tu mente y tu corazón escenas de tu vida... ENCUENTROS... Oyes la voz del Padre, "Este es mi hijo amado..."; pero no lo entiendes... ¿dónde está ahora... ? Parece haberse ocultado.
Una mujer te enjuga el rostro... recuerdas las veces que has saciado la sed de tantos otros...
Buscas a tu madre y al verla... recuerdas su mirada cuando tras tres días, de búsqueda te encontró en el templo, hablando con los entendidos de la Ley.
Alguien toma el madero de la cruz... le reconoces es Simón de Cirene... con la mirada le agradeces su gesto... y sigues, quizá más aliviado, el último tramo del camino.
Te despojan de tus vestidos, de la túnica que tu madre te entregó el día que te marchabas...
Te tumban sobre un madero y clavan tus manos...
Tú mismo lo dijiste "Cuando sea elevado... atraeré a todos hacia mí..." La multitud grita... no lo entiende, se oyen blasfemias... tus seguidores niengan con la cabeza...¡condenan al inocente...!
Oras desde la Cruz, sabiendo que el Padre te escucha, como tantas veces te retiraste al monte, en intimidad para hablar con Él...
Y aún tienes palabras para todos:
-PERDÓNALES, POR QUE NO SABEN LO QUE HACEN...
-HOY ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAISO...
-AHÍ TIENES A TU HIJO...´
-TENGO SED...
-DIOS MÍO, DIOS MÍO... ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?...
-TODO ESTÁ CUMPLIDO...
-PADRE EN TUS MANOS PONGO MI ESPÍRITU...
Con ellas nos regalas: El perdón, la gloria, a tu madre, tu corazón, la Vida, la libertad y la obediencia, la paz y la serenidad...
Al final nos dejas a la Madre..., tu Madre, haciéndola madre de cada uno de nosotros... ella recuerda en su corazón el día del ANUNCIO..., recupera cada gesto, cada paso, cada palabra tuya... cuántas veces ante ella te tomaron por loco...
Recuerda la profecía de Simeón...
Pero hoy también recuerda la promesa de tu PALABRA: Yo estaré con vosotros, todos los días hasta el fín del mundo...
Jesús, gracias por tu vida entregada...
por cumplir el proyecto del Padre...
gracias por tu fidelidad en AMAR hasta la muerte....
Con María, esperamos tu vuelta...
Rincón para el ENCUENTRO, a través de la escritura, la reflexión y el Evangelio. (Jn.21,25)