Durante esta semana, he tenido un trabajo más en la jornada diaria: ¡Abrir la puerta de la escuela...!
En principio, no tiene mayor transcendencia, si no fuera, por que al inicio de curso, solicitamos a los alumnos que enseñen su carnet de estudiante al entrar.
Considero que es bueno, por varias razones:
- Para conocer a los nuevos alumnos, y para que los antiguos también colaboren en el buen funcionamiento y respeto a las normas establecidas en el centro, para la buena convivencia.
- Porque así, todas las personas que pasamos por los diferentes turnos de portería, conocemos y nos familiarizamos con nuestros alumnos, y les empezamos a LLAMAR POR SU NOMBRE y a valorarlos como únicos desde el primer momento, estableciendo unas relaciones de cercanía, de encuentro...
Podría seguir añadiendo, pero con estos dos puntos me conformo.
Es gracioso todo lo que se puede observar en este simple gesto...:
- Quien llega y muestra su carnet, sin más, saluda y sonríe...
- Quién siempre se queja... ¡que lata! y expresa su fastidio y disconformidad, frente al "control", "la opresión", "las normas..." que están para saltárselas... (suelen entrar ya renegando...)
- Quienes se paran lo buscan, establecen diálogo, agradecen, dan los buenos días....
- Quienes nunca lo encuentran, y lo posponen para mañana, que nunca llega...
- Quienes nunca lo traen directamente, y tratan de escaquearse entre la masa, "escondiéndose" para no ser vistos.... evitan el contacto, la relación... la palabra....Consideran que salen "victoriosos" frente a "la ley".
- Quienes lo traen en la mano directamente, y quienes lo buscan en la entrada de la escuela...
Cada uno nos expresamos, hablamos, nos comunicamos: con gestos, palabras, silencios desde lo que somos y las experiencias vividas. Los deseos o sueños proyectados, las ilusiones, y esperanzas, los fracasos o las superaciones...
Esta mañana sólo recibiendo a mis alumnos y solicitándoles el carnet, pretendo acercarme a cada UNO EN SU INDIVIDUALIDAD Y PERSONALMENTE....
Y ante todo me acordaba de cuantos hermanos, mal llamados: INDOCUMENTADOS, "SINPAPELES", "¿¿¿¿¿ILEGALES????"... Que se les niegan tantos derechos, recogidos en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, por no tener un DOCUMENTO, que les acredite como CIUDADANOS...
Qué oportunidad, tan grande tener un carnet de estudiante, donde el hecho de tenerlo, me habla de unos DERECHOS (y también obligaciones y deberes) fundamentales, y me hablan de oportunidad de PROMOCIÓN, ESTUDIO, me sigue hablando en medio de la crisis, y de las dificultades laborales de POSIBILIDAD, PROYECTO, Y FUTURO.
Ójala todos los jóvenes, y todos aquellos que algunos medios denominan "indocumentados", "sin-papeles", "¿ilegales"....
Puedan TENER UN DÍA UN CARNET, que les conceda la libertad, la nacionalidad, el trabajo, el FUTURO... muchas veces lejos de su PATRIA, FAMILIA, CULTURA, VALORES....
Por hoy... ya está bien....!!
