03 febrero 2009



Protégeme, Dios mío, que me refugio en tí;
yo digo al Señor: "Tú eres mi bien."

Los dioses y señores de la tierra
no me satisfacen.


Oveja perdida, ven
sobre mis hombros, que hoy
no sólo tu pastor soy,
sino tu pasto también.
por descubrirte mejor
cuando balabas perdida,
dejé en un árbol la vida,
donde me subió el amor;
si prenda quieres mayor,
mis obras hoy te la den

Pasto, al fin, hoy tuyo hecho,
¿cuál dará mayor asombro,
o el traerte yo en el hombro
o el llevarme tú en el pecho?

Prendas son de amor estrecho,
que aún los más ciegos las ven.




Dios nos ha destinado a obtener la salvación
por medio de nuestro Señor
Jesucristo; él murió por nosotros,
para que, despiertos
o dormidos, vivamos con él.
(1Ts 5,9-10)



Ilumina mi vida Señor, como ese rayo de luz...

Penetra hasta el fondo de mi ser, mi vida, mi corazón...
Hazme consciente para que DESPIERTA, viva en tí,
desde tus actitudes, desde tu estilo.
Señor cada día, vienes a mí en la oración, en la Eucaristía,
en los acontecimientos, en las personas, en las relaciones,
en la Presencia o en la Ausencia....
Haz que despierte a "tu presencia"... que sea consciente de cuánto
haces en mí y por mí...
Como ese rayo que ilumina las sombras, llena mi vida con tu luz...
¡¡ Entra hasta el fondo del alma,
divina luz, y enriquécenos!!
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento (...)
- de la invocación al Espíritu Santo-
María,
concédenos una caridad sin límites.
Sé Tú la luz en la oscuridad,
fortaleza en la fe
y guía en la oración.
a fin de que nuestra vida
sea un canto de alabanza
al Padre, al Hijo y al Espíritu.

AMÉN.
Desde que mi voluntad
está a la vuestra rendida,
conozco yo la medida
de la mejor libertar.


Venid, Señor, y tomad
las riendas de mi albedrío
de vuestra mano me fío
y a vuestra mano me entrego,
que es poco lo que me niego
si yo soy vuestra y vos mío.

A fuerza de amor humano

me abraso en amor divino.

La santidad es camino

que va de mí hacia mi hermano.

Me di sin tender la mano

para cobrar el favor;

me di en salud y en dolor

a todos, y de tal suerte

que me ha encontrado la muerte

sin nada más que el AMOR.