02 abril 2015

JUEVES SANTO 2015

Hoy es Jueves Santo.
El silencio que envuelve el ambiente, ayuda para adentrarse en el Misterio,
Es la primera vez que coinciden mis Ejercicios espirituales con El Triduo Pascual. Una vez más un guiño, un regalo del Señor para contemplar y agradecer con un corazón que se sobrecoge ante los símbolos, los signos, lo "que no se ve a simple vista".
Esta mañana oración ante la Virgen de Olatz la Ermita, sin duda alguna, lo más parecido que tengo hoy al Cenáculo.... Su ambiente en penumbra rápidamente, me trasladó allí.
Surge rezar el Vía Crucis... Un vía crucis espontáneo que me brota del corazón... Y ante las imágenes de Jesús en su pasión, traigo tantas imágenes... Personales, sociales ,familiares.... Cercanas y lejanas, rostros y nombres, historias cargadas de vida, de dolor y de cruz, en tantas ocasiones...
Desgrano con las cuentas del rosario ante Cristo, nombres de alumnos, nombres de mujeres que acompañan mi vida, nombres de hermanas, de amigas.... Las que acaban de  llegar a mi vida, y las que hace años que caminan conmigo.
Repaso historias de familias rotas por diferentes causas, repaso noticias, acontecimientos de guerras de persecución...
Repaso, mi vida y me veo reflejada también en las estaciones:  Negando, condenando, siendo consolada, en ocasiones consolando...., me veo tantas veces bajo el peso de la cruz, dejándome acompañar, sostener, ayudar..., me reconozco buscando la mirada de la madre, la amiga, la compañera...., de....
Y recorro mi vida acompañada en el sufrimiento por Jesús, no soy yo quien acompaña, es El quien me acompaña a mí, pero tantas veces, no le veo, no le reconozco. No le dejo...

Y en esta ermita del monte, en Olatz, donde la oración está impregnada de olor a cera derretida, como expresión de vida consumida en el quehacer cotidiano. En la oración profunda, silenciosa, bisbiseante de la gente sencilla del pueblo, aprendo a hacer silencio y contemplar desde el corazón, los gestos que se escapan a la razón.
La última vez que vine aquí,una mujer se me acercó, me abrazó, me besó, y me bendijo, diciéndome: Dios te ama!!
Hoy jueves santo, agradezco y recuerdo emocionada ese gesto.

El aire impregnado de olor a cera derretida. La tenue luz de la capilla me alcanza a modo de bendición, inclino mi cabeza y recibo... Devuelvo a la virgen una mirada tímida, llena de calor y amor silencioso, diciéndole: TÚ LO SABES TODO, ayúdame a meditar y profundizar en mi corazón, dame tu mano María, mujer sencilla, servidora, FUERTE..., dame tu mano para acompañar a Jesús en su pasión.