II.
¡Qué paciencia, Señor, sobre Tu mundo,
que nosotros tratamos, mal-tratamos,
como si fuera nuestro,
del primero que llegue, el más astuto,
o el más ladino,
o de aquel o de aquella, a quien no duele
pisar a los demás, como se pisa
la uva en el lagar,
o una hormiga, o un escarabajo.
Sigue vuelto, Señor
con tu sol y tu lluvia
para todos,
para buenos y malos,
pacientes y violentos,
víctimas y verdugos,
lloviendo y calentando
esta tierra que somos.
Sigue haciendo germinar
en todos
la semilla que eres
¡Que la hagamos crecer,
sin desmayarnos,
entre tanta cizaña!
Y que dé de comer a mucha gente
pan tuyo y pan nuestro
el que de Ti hemos aprendido
a ser
multiplicándonos
(de “Conversión”, Ignacio Iglesias, sj)
Rincón para el ENCUENTRO, a través de la escritura, la reflexión y el Evangelio. (Jn.21,25)
1 comentario :
Gracias por volver de nuevo a este "RINCON" que en tantos momentos me ha ayudado.
Gracias por volver... vuelve siempre
Publicar un comentario