Rincón para el ENCUENTRO, a través de la escritura, la reflexión y el Evangelio. (Jn.21,25)
26 noviembre 2010
PRINCIPIO Y FUNDAMENTO HOY
25 noviembre 2010
(...)Cuando queremos identificarnos con Jesús, estamos acostumbrados a contemplarle dando: dando su tiempo, su afecto, su presencia sanadora, dando palabras de consuelo y de ánimo, denunciando las injusticias y los abusos de unos hombres sobre otros...y todo eso era una realidad muy potente en su vida. Pero necesitamos contemplarle también recibiendo, en ese intercambio mutuo de saberes y de dones que él tuvo con algunas mujeres.
Jesús vivió una sintonía y una alianza con las mujeres de su tiempo, ellas eran bienvenidas en su estilo de vida y tenían su lugar. De ellas toma experiencias e imágenes para hablar del Reino: la mujer que pone la levadura en la masa (Lc 13, 20-21), la que busca la moneda que se le había perdido y se llena de alegría al encontrarla (Lc 15, 8-10)… La dimensión femenina de la vida le evoca a Jesús las inmensas posibilidades que abre en nosotros la receptividad.
Durante los primeros nueve meses de nuestra gestación todo lo que somos es recibido. La vida en el vientre materno es pura receptividad. Somos en la medida que tomamos. De esa recepción depende nuestro desarrollo. Vamos a fijarnos cómo Jesús aprendió también a crecer en receptividad al amparo de algunas mujeres, sobre todo de aquella mujer pagana y extranjera, que inclinó su cuerpo ante él para pedirle algo no para sí misma, sino para su hija enferma (Mc 7, 24-30)
Es esta mujer anónima quien corre el riesgo y toma la iniciativa de alzar la voz, a pesar de su condición de mujer, de pagana y de extranjera, que le prohibía acercarse a un judío; y se adentra en el riesgo y la inseguridad que todo diálogo comporta.
Nosotros esperaríamos que, como ya ha hecho en otras ocasiones, Jesús se ponga en camino y acompañe a la mujer hacia donde se encuentra la niña, al menos eso había hecho con Jairo. Sin embargo, vemos a un Jesús muy humano con sus estereotipos, y sus prejuicios culturales y religiosos, poniendo límites, estableciendo separaciones:
“ He sido enviado solamente a los hijos de Israel”… (Mt 15, 24)… No está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perrillos ” (Mt 15, 26). Nos sorprende porque estamos acostumbrados a creer que Jesús lo tenía todo claro y resuelto en su corazón y vemos cómo aplaza lo que le solicita la mujer. También él necesita hacer un proceso de apertura en su interior, de compresión, de dejar caer lo que separa.
Sabemos lo que le contesta la mujer, en una reacción positiva y audaz: “Es cierto, Señor, pero también los perrillos comen las migajas que caen de la mesa de sus dueños ” (Mc 7, 28). Jesús aún no la había reconocido en su dignidad mientras que ella lo llama “Señor” , y lo invita a abrirse a un Dios mayor; a Aquel que estaba ahí para todos.
Jesús le dirá: “Por eso que has dicho, vete que el demonio ha salido de tu hija ”. En el fondo le está diciendo a la mujer: “tú me has evangelizado, tú me has mostrado a mí una noticia buena”.
Ella le descubre a Jesús hasta donde iba a dilatarse la fecundidad de su vida entregada.
(... si quieres continuar leyendo este arículo pincha en el enlace de Mariola López)
23 noviembre 2010
¡¡BUEN CAMINO!!
Dos palabras,
expresión sencilla
del CAMINO DE SANTIAGO.
En dos palabras, se resume y resuena
20 noviembre 2010
10 noviembre 2010
08 noviembre 2010
SIEMPRE EN CAMINO...
01 noviembre 2010
BIENAVENTURADOS LOS LIMPIOS DE CORAZÓN...
Su proyecto, revelado en Jesús expresado en las BIENAVENTURANZAS.
Que seamos para los demás BENDICIÓN DE DIOS....
"Al despertar, bendecid vuestra jornada, porque está ya desbordando de una abundancia de bienes que vuestras bendiciones harán aparecer.
Al cruzaros con la gente por la calle, en el autobús, en vuestro lugar de trabajo, bendecid a todos. La paz de vuestra bendición será vuestra compañera de camino.
Bendecir significa desea ry quere incondicionalmente, totalmente y sin reserva alguna el bien ilimitado -para los demás y para los acontecimientos de la vida. Bendecir a todo y a todos sin discriminación alguna, porque aquellos a los que bendecís nunca sabrán de dónde vino aquel rayo de sol que rasó de pronto las nubes de su cielo, y vosotros raras veces seréis testigos de esa luz que ha iluminado su vida.
Es imposible bendecir y juzgar al mismo tiempo. Mantened en vosotros, por tanto ese deseo de bendecir como incesante resonancia interior y como una perpetua plegaria silenciosa, porque de este modo seréis de esas personas que son artesanos de la paz, y un día descubriréis por todas partes el rostro mismo de Dios.
P.D.- Y por encima de todo, no os olvidéis de bendecir a esa persona maravillosa, absolutamente bella en su verdadera naturaleza y tan digna de amor, que sois vosotros mismos."
(El arte de Bendecir. Pierre Pradervand )