¡Cada día me encuentro con tantas personas! ¡tan variadas...!
Con tantas realidades sociales de dificultad, que acompañan vidas, que llegan a mi vida.
Con tantas esperanzas y anhelos en tantas jóvenes, que comparten su vida con mi vida.
Cada día me asombro ante la CAPACIDAD DE SUPERACIÓN Y DE AMOR que tiene el ser humano...
A veces, lloro... por que me desborda la realidad,tantos rostros, de tantas personas que escucho, acompaño...
La superación del ser humano frente a una realidad tan desbordante, me hace pensar: ¿yo en lugar de M... , de S...., de J..., de C.... ? ,¿qué habría hecho, o podido hacer yo en su situación..?
¡¡Me animan!!
Esta pregunta me devuelve continuamente a DIOS EN SU INFINITA MISERICORDIA CONMIGO, y hoy volvía a rezar con los gestos de Jesús...
Lc 5,32
31.Les respondió Jesús: «No necesitan médico los que están sanos,
sino los que están mal.
sino los que están mal.
32.No he venido a llamar a conversión a justos,
sino a pecadores.»
sino a pecadores.»
Me estremezco ante el dolor humano, ante el dolor y sinsentido de tanta gente azotada por el zarpazo de la crisis. Que conlleva depresión, paro, desahucios, dificultades sociales, familiares, de salud... (tanto que podemos añadir).
A la vez surge en mí el asombro ante gestos tan SENCILLOS Y TAN FUERTES Y PROFUNDOS que me descolocan, y me golpean en el corazón, buscando un hueco en mí, una grieta para que entre la misericordia, la bondad, el asombro...
( Los 50 euros que trae una mujer empleada, de hogar en agradecimiento, por haberle encontrado un trabajo.
Una joven que encuentra en la calle a otra, y la recoge en su casa, sin pedir explicaciones... y la trae a nuestra casa buscando apoyo, ayuda, consuelo... trabajo en última instancia, pues sabe que ahora es difícil.
J... un joven, latinoamericano, que se formó hace ya años con nosotras, trabaja en el servicio doméstico; me encuentra en la calle, y cada vez viene, y saluda agradecido, por haberle dado la oportunidad de formarse...)
Por eso también yo como Pedro caigo de rodillas ante Jesús, diciéndole apártate de mí Señor, que soy un pobre pecador....
( Los 50 euros que trae una mujer empleada, de hogar en agradecimiento, por haberle encontrado un trabajo.
Una joven que encuentra en la calle a otra, y la recoge en su casa, sin pedir explicaciones... y la trae a nuestra casa buscando apoyo, ayuda, consuelo... trabajo en última instancia, pues sabe que ahora es difícil.
J... un joven, latinoamericano, que se formó hace ya años con nosotras, trabaja en el servicio doméstico; me encuentra en la calle, y cada vez viene, y saluda agradecido, por haberle dado la oportunidad de formarse...)
Por eso también yo como Pedro caigo de rodillas ante Jesús, diciéndole apártate de mí Señor, que soy un pobre pecador....
"Nada de lo humano me es ajeno"
Ante el asombro por tantas situaciones, ante la capacidad de tantas personas que cada día me enseñan con su lucha, con su esfuerzo, con su tesón... como salen adelante, buscando sentido: por unos hijos, por salir adelante pese a todo, disimulando el dolor, callando aquello que no se puede decir a nadie.
Y cada día su vida es:
UN CANTO DE ESPERANZA,
UN REGLÓN DE UN POEMA A LA VIDA,
UN VERSÍCULO PERDIDO DEL EVANGELIO DE SU VIDA...
Hoy por todas estas experiencias y personas que golpean mi corazón,
doy gracias por hacerme MÁS HUMANA... más HERMANA.
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